Alianza parecía haber resuelto el encuentro
en apenas quince minutos, pero después un largo receso por un bajón de la
energía eléctrica, de forma inexplicable se dejó voltear el partido y en sólo
nueve minutos dejó escapar los tres puntos, perdiendo el invicto en condición
de local exponiendo la punta del descentralizado.
Anderson Cueto a los 5” de fuerte
disparo de izquierda y Rodrigo Cuba elevándose solitario en el área santa para
marcar de cabeza el segundo a los 15” podían hacer creer que la noche del
sábado se convertiría en un carnaval de goles, pero terminó siendo una noche fúnebre
porque se murieron las ilusiones de los hinchas que veían como el equipo se
hundía en un mar de errores.
Nadie se explica como el juego
atildado y el dominio del encuentro se pudo transformar en ineficacia,
displicencia y frustración. Alianza mandaba en el campo, el mando era absoluto
durante la primera mitad.
Para la segunda etapa se esperaba
que Alianza sentencie el partido, pero el destino tenía preparado otro final. Durante
los primeros minutos se produjo un corte de energía que afectó las torres de iluminación,
el partido se detuvo por espacio de 20 minutos.
El encuentro se reanudó pero el
equipo de Valencia seguía “apagado”; San Martín aprovechó la pausa para reordenar
sus líneas y sorprender a la blanquiazul. Giustti (72”), Balbín (77”) y Perea (81”)
marcaron para los albos que pasaron a ser dominadores y por poco no aumentaron
el marcador.
La frustración pasó a las tribunas
y un desadaptado aventó una botella de plástico contra el árbitro asistente de
la tribuna de occidente que obligó al juez principal a finalizar el partido.
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