El pueblo aliancista siempre está presente y la Noche Blanquiazul 2017 fue una muestra más del amor incondicional de esta fiel hinchada.
Alianza Lima se presentó en sociedad y mostró su plantel para la presente temporada, pero la fiesta estuvo en las tribunas. Desde las 5 de la tarde el aficionado pugnaba por tomar su posición en las graderías y participar de forma activa en tan importante fiesta.
Globos azules y blancos (que a muchos se les decomisó en las puertas) anunciaban que empezaba el tono, minutos después la orquesta Camaguey empezaba los primeros acordes de salsa para que siga la rumba.
Llegada la noche el juego de luces subía la temperatura a máximos niveles para dar paso a la presentación oficial del equipo; uno a uno iban apareciendo las figuras encargadas de luchar por ese esquivo galardón desde el 2006. Porteros, defensores, mediocampistas y delanteros recibían la ovación del público y se firmaba el pacto tácito de entrega y sacrificio por los colores.
Antes del encuentro el momento más esperado de la noche era la formación del mosaico que se diseñó para esta noche y fue una obra de arte con mucha creatividad y color. En toda la tribuna de oriente se pudo leer Único Grande del Perú
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