Christian Cueva se ha convertido nuevamente en la manija del equipo de Sanguinetti. Superadas las adversidades de hace algunas semanas "Aladino" ha tomado la batuta y se convirtió en el hombre orquesta de este remozado Alianza Lima que vuelve a sus raices del juego rápido y alegre.
De sus pies salen las notas perfectas para seguir el ritmo quimboso que se extrañaba en el equipo de La Victoria. Sanguinetti ha entendido que Cueva necesita buenos acompañantes y lo rodea de gente de buen pie como Landauri o Costa y en el banco tiene las variantes necesarias por si fallan algunos acordes.
El sábado tuvo una actuación redonda, participó en los dos primeros goles. Le devolvió una pared a Noronha y lo dejó en posición inmejorable para definir y abrir el camino del triunfo; en el segundo tanto entró al área con habilidad y porfió el balón para el ingreso y definición de Costa. La cereza de su actuación fue un golazo, un disparo colocado lejos de Villasanti para alegría del todo el pueblo grone.
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