Universitario y su gente se habían preparado con anticipación para que el domingo sea inolvidable y lo lograron, claro que el recuerdo no será el mejor, pero siempre lo recordarán. Alianza Lima venció sin atenuantes a los merengues en una tarde redonda.
El encuentro se había retrasado quince minutos por la tardanza del grupo de árbitros, esto se sumaba al desgaste blanquiazul tras el encuentro de Copa Libertadores a mitad de semana y a los problemas que tuvo para el retorno al país por la huelga de operadores aeroportuarios, pero se sobrepuso y a base de buen fútbol se llevó los tres puntos del abarrotado estadio de Ate.
El profe Bustos se animó a replantear el sistema de juego y conformó la defensa con línea de cuatro, mandó al banco a los carrileros y les dio la confianza a Renato Rojas y a Yordi Vílchez; en medio campo rodeó a Concha con jugadores de sacrificio y buen pie.
Alianza estaba bien plantado en el campo y desde el inicio del encuentro destacó por el orden defensivo y la llegada al arco rival con mayor volumen; en partidos pasados el ataque estaba proyectado a que Barcos aguante, controle y aparezca Benavente, pero en el Monumental se vio la mano de Bustos. Cuando los íntimos generaban un ataque se sumaban Benítez y Lavandeira como factor sorpresa para romper líneas y Universitario nunca lo pudo controlar.
El primer golpe en Ate fue una jugada elaborada que parte de los pies de Vílchez por derecha, pase largo para que Lavandeira de cabeza genere una pared con Benítez, la reciba de vuelta y habilite a Jairo Concha que define de zurda, rasante y lejos de Carvallo (25 minutos del primer tiempo).
El equipo de La Victoria no le dio chance a los cremas para reaccionar, cinco minutos más tarde llegó el segundo de la jornada dominguera. Un movedizo Lavandeira recibe solo por derecha, centra al corazón del área para que Concha aparezca sin ser referenciado y sin oposición definió fuerte y alto para vencer nuevamente a Carvallo.
No era una sorpresa el resultado al finalizar la primera etapa, Alianza Lima jugaba mejor y ganaba bien. En el complemento si bien se mantenían ciertas reservas en el juego, no se dejaba de buscar que aumentar la cuenta, a los 60 minutos un balonazo al área crema fue controlado con el pecho por Hernán Barcos y en el rebote pega en la mano de Alonso, acción que no fue sancionada por el juez principal.
Universitario con poco que mostrar tuvo la fortuna de poder descontar a través de un autogol de Pablo Míguez que no pudo despejar un buscapié y terminó introduciéndola en propia puerta. Se suponía que llegaría la volcada de los locales en busca de la paridad llevado por el aliento de su gente, pero eso no sucedió.
A los 68 del complemento Arley Rodríguez, que había ingresado por Benavente, terminó por ahogar las esperanzas del cuadro crema. Un centro de Benítez desde el sector izquierdo fue bien capitalizado por el colombiano que, de cabeza, ponía el 3 - 1 en el Monumental que empezó a tener algunos claros por la huída de hinchas tras el resultado momentáneo.
Diez minutos más tarde el Pirata Hernán Barcos se encargó de poner la cereza en el pastel con merengue. Alonso tuvo un error clamoroso al calcular mal un centro al área y se la dejó en bandeja al goleador blanquiazul que no perdonó y venció otra vez a José Carvallo.
Victoria de Alianza Lima contundente; un 4 - 1 como premio al buen juego, al sacrificio, al replanteo y a la eficacia.
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